Otro año, otra cosa. La constante es el momento sensible de la previa, el fervor tenso del estudiantado, la confianza de los colegas profesores en que esta exhibición es mejor (hasta la primera era buena, muchachos…) Todos nosotros jugamos a profesionalizar la experiencia lúdica. Profesores y estudiantes. Son tiempos distintos, e inevitablemente cada edición de Satélite – cheLA cambia su sustancia. Mas o menos film de ficción, mas o menos uso de planos de espaldas, mas o menos búsquedas de relatos narrativos o no narrativos, mas preponderancia de lo objetual, mas avidez por los discursos propios de la tecnologia. Las crisis de nuestro país y las preocupaciones del mundo global aparecen en la exhibición en distintos formatos y aproximaciones. Mas o menos violencia, mas o menos intimidad, mas o menos mundos privados y públicos. Eso para quienes haya transitado por varias ediciones. Muchos de los estudiantes ya participan en su tercera exhibición. Hay público que es público a través de los años. Los DJ que aman pasar música en la celebración. Los profesores orgullosos del trabajo de sus estudiantes caminando por la muestra con sus amigos y compañeros. El re encuentro con estudiantes que han seguido diversos rumbos – todos los posibles y habilitando nuevos – antiguos profesores de la Cátedra… Cuantas cosas tiene Satélite – cheLA. Puedo dar nombres con enorme gusto y placer, pero todos los conocen: Agustín, Federico, Mariana, Carolina, Cristina, Fernanda, Marcelo, Juan Manuel, Adolfo, Andrés, Luciano, Juan Pablo, Carlos Fabián, Santiago, Mariano. Gabriel, Juan Emilio, Juan Ignacio, Bruno, Mariana, Jimena, Leandro…. una lista interminable y por suerte inagotable de nombres que han participado de este proceso transformador para el colectivo que es nuestra cátedra de Diseño audiovisual. Por eso pensé que me sería mas fácil asumir las líneas que cada año escribo con respecto a Satelite – CheLA sin los ojos húmedos, pero quizás la edad me hace mas lábil ante semejante fuerza transformadora. ¿Me acostumbraré? ¿me será mas fácil aceptar sin emocionarme ante tanto fervor? La edad es una buena excusa. Hace trece años que decidimos producir un cierre exhibitorio de los producto del colectivo de estudiantes de DAV. Una manera de pensar el diseño, una manera de forjar una identidad en un múltiple. Siempre pienso en que debemos querer mas. La FADU nos da la posibilidad de mas, tenemos otro plan de estudios. No se si será bueno o malo, no importa, es nuevo. Y si no es bueno haremos otro. Lo importante, y es lo que hemos tratado de expresar año tras año, es la mentalidad de transformación.
se la même chose – la chose elle-même
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