Hola a todes. El año ha sido intenso y con muchos estímulos externos a nuestra vida académica. Pese a ello, he observado un excelente proceso de transferencia de conocimiento entre estudiantes y profesores y me enorgullece que constituyamos un equipo de semejante performance. Somos un proyecto de Cátedra al menos original en la relación de taller y en la multiplicidad de saberes y expertises que se comparten. Este año en particular – un proceso que se venia gestando en los dos últimos años – empezamos a consolidad un concepto de diseño de medios audiovisuales absolutamente dinámico, en el cual el rol del estudiante es fundamental: No se enseña paradigma; se desarrolla un pensamiento propio y de colectivo. Así vemos el Diseño y asi intuimos que será la Proyectación en lo que la amplia definición Diseño de Imagen y Sonido propone.
Quizá algunos resabios de lo que se conoce como enseñanza cree en el saber. Cree en la constitución de paradigmas valiéndose de metodologías científicas propias de la modernidad. El nuevo siglo ya no es nuevo. Es nuestra contemporaneidad. Saber y Ser es cosa del pasado, o pertinente a las ciencias duras en una perspectiva obsoleta. La dinámica de la trasferencia de conocimiento inclina la responsabilidad sobre los estudiantes, quienes son los que proyectan sobre el presente convirtiendo los paradigmas en algo transitivo. Una expresión del múltiple. La duda como proyecto. Sobre eso tenemos momentos en los cuales nuestra cátedra de verdadera crisis: los saberes y expertises de los colegas docentes están en proceso entrópico constante, como profesionales del diseño, como profesores de la UBA y como personas. Y si creemos en lo que pomposamente llamo transferencia de conocimiento, partimos de la horizontalidad del intercambio de saberes y expertises y en la producción colectiva de conocimiento. Como alguna vez les habré dicho, lo maravilloso de FADU es que proyectamos lo que no hay. Inevitablemente Proyecto y Diseño significa eso.
Pido que se abandone la modalidad de alumno secundario, que me enseñen. Quizá haya cátedras que lo hagan. Es válido equivocarse de lugar. Es válido recordar que existe la libertad de cátedra y tiene como correlato la libertad de elección por parte del estudiante. Nuestro perfil está a la vista: la página, elsalon.org; las exhibiciones autogestivas desde hace 20 años, los miles de profesionales que han pasado por nuestros talleres.
Queda claro que yo conduzco administrativamente y académicamente un colectivo de profesionales del Diseño dedicados al intercambio y desarrollo de pensamiento. A ninguno se le impone una línea, es una modalidad que se despliega mediante la voluntad de todos y cada uno. Obvio: Esa es una identidad, una expresión de las múltiples identidades que operan en el territorio del Diseño. Así planteado, es el estudiante que decide por nuestra modalidad y visión del Proyecto y Diseño Audiovisual u otra que ofrece la UBA, el INCAA, el UNA o la extensa oferta privada. Muy agradecido por lo que hemos aprendido este año en nuestro intercambio. Muy orgulloso de los resultados exhibidos. Felicitaciones a los que han sido premiados. Mis mejores deseos a ustedes como Diseñadores.